«Junto con el cliente, podemos calcular con bastante precisión cuál es el periodo de amortización»
Como ingeniero mecánico, ¿qué haces en el tiempo corona cuando los pedidos no llegan y no puedes visitar a los clientes? Tienes preocupaciones, pero también un mar de tiempo que, si eliges la salida fácil, podrías llenar con un atracón de series de Netflix. O podrías remangarte, activar las neuronas y buscar día tras día dónde puedes seguir mejorando las máquinas existentes. Y así nació Xcalibur frame 2.0.
Tras muchos años de experiencia en el sector de las máquinas clasificadoras, Antoine van Kasteren fundó OptiServe en 2004 y empezó a reacondicionar aplicaciones de clasificación de varias marcas. En 2009, toda esa experiencia, combinada con las aportaciones de la Universidad e Investigación de Wageningen, culminó en su propia solución de clasificación: Xcalibur. «En la época de la corona, tuvimos que pechar fuerte para mantenernos a flote, pero también aprovechamos el tiempo liberado para hacer algunos desarrollos más en la Xcalibur, tanto en términos de mecánica como de tecnología de cámaras y software».
A diferencia de los grandes actores del mercado, OptiServe, una empresa bastante céntrica en Maarheeze, justo al sur de Eindhoven, entre las zonas de ventas alemana, holandesa y belga, no ofrece un parque de máquinas completo, sino que se dispone de una máquina independiente. a veces diseñado para cada producto. “Tenemos un modelo estándar, el Xcalibur, que se puede suministrar en diferentes anchos dependiendo de la capacidad del cliente. Es una plataforma básica que en sí misma puede manejar muchas aplicaciones para múltiples productos, pero que también nos permite desarrollarla aún más según las necesidades específicas del cliente. Y como la plataforma básica ya es versátil, los costes de desarrollo adicionales se pueden mantener bajo control razonable”, explica Antoine.
El “Ya se han estudiado las posibilidades de clasificar judías y setas, entre otras cosas. Cada nuevo producto tiene su propio desafío basado en la forma, porque hay que utilizar un algoritmo diferente cada vez. Además de la ampliación de la gama de productos que pueden leerse con la máquina, un mayor desarrollo, que culminó en el Xcalibur 2.0, se ha centrado en la integración de las últimas cámaras 3CCD para un mejor contraste en verde y marrón e iluminación LED para mejor clasificación y menores costes energéticos. Así que también hay un poco de sostenibilidad en eso”.
Según Antoine, también se han realizado mejoras en el aspecto mecánico: cambiar la correa ahora es más fácil y rápido; la unidad interior de aire acondicionado está equipada con una protección especial contra la corrosión; las válvulas de purga, la paleta de soplado y el colector han sido rediseñados para una eliminación más precisa y fuerte de los objetos defectuosos; Se han optimizado la construcción de liberación rápida y el método de seguimiento del cinturón de detección. “Además de estos y otros ajustes mecánicos, también se han dado pasos adelante en términos de software, ya sea basándose en nuestra propia investigación o en respuesta a los comentarios de los clientes. Además, el cliente siempre tiene derecho a la última versión del software de Xcalibur. Sólo se cobrará la mano de obra necesaria para instalar la última versión. Normalmente el trabajo se realiza en una hora”, explica Antoine.
En el futuro se harán esfuerzos para seguir desarrollando el sistema de visión (cámaras infrarrojas para la calidad interna, captadores de fotogramas, etc.), subexponer la cinta para minimizar la formación de sombras en los productos y actualizar el software con IA. «Todos los nuevos desarrollos serán aplicables a las máquinas ya existentes, lo que aumenta la vida útil del Xcalibur», afirma Antoine.
Como ejemplo de desarrollo de productos, el fundador y director ejecutivo de OptiServe cita la aplicación de Xcalibur a un cliente que clasifica encurtidos. “Uno pensaría: un pepinillo es sólo un pepinillo. Pero también parece haber encurtidos que se doblan, se juntan o terminan rotos en el flujo del producto. Estos no están permitidos en el tarro de cristal y la clasificación suele realizarse manualmente. Ahora también hemos desarrollado un algoritmo para este producto que logra excelentes resultados”.
Porque la Xcalibur no es sólo una máquina estándar, tampoco es la más barata del mercado. “Sin embargo, podemos mantenernos al día con los precios del mercado, precisamente porque somos una empresa pequeña en la que todavía tomo las grandes decisiones. Soy flexible y pienso en los precios para asegurar que el cliente pueda recuperar su inversión de forma realista. Pero si comparamos nuestra máquina con un coche, no suministramos el coche de 15.000 euros. Porque quien pasa muchas horas en la carretera cada día necesita un coche robusto y confortable. Si el cliente nos dice qué capacidad tiene, cuánto cuesta el producto entrante y cuánto rinde el producto saliente, podemos calcular juntos con precisión razonable cuántos FTE se pueden ahorrar y cuál es el período de recuperación».
La tendencia hacia la automatización está en pleno apogeo en casi todos los sectores. El personal es cada vez más caro y, lo que es más importante, cada vez más escaso. “Todo el mundo enfrenta el desafío de la disponibilidad de mano de obra. Idealmente, como empresa, usted tiene una línea donde un operador simplemente supervisa. En este sentido, muchas empresas ya están instalando dos aplicaciones de clasificación una tras otra, para hacer innecesario el control posterior. Por ejemplo, tenemos un procesador de chips de pequeña escala como cliente que emplea a un solo operador. Ese cliente tiene tanto nuestro Xcalibur como nuestro Glide en la línea. Las patatas fritas nunca deben pasar dos veces por la cinta. Eso dice algo sobre la máquina”.
Además del clasificador universal Xcalibur, OptiServe también dispone de un dispositivo que corta los bordes de las barras de virutas clasificadas: el Glide. “Es un dispositivo con un diseño muy simple, que rara vez presenta algún defecto y además tiene una alta eficiencia. Si tienes 1.000 kilos de residuos al día en forma de patatas fritas clasificadas, puedes reducirlos a 300 kilos en forma de cubos o puntos cortados. Estos finalmente van a la línea de escamas o sirven como alimento para animales. Y esta máquina es más barata que la mayoría de sus competidores”, afirma Antoine.
A finales de noviembre, Antoine estará en Interpom con el Xcalibur 2.0. “Invitamos a todos los interesados a venir y echar un vistazo. Allí le explicaremos que la máquina es fácil de operar y mantener, tiene una larga vida útil, es confiable y, sobre todo, hace muy bien su trabajo. Y, por supuesto, no dejaremos de señalar que, como pequeño actor del mercado, es un honor ofrecer un servicio excelente”, concluye Antoine. (DO/PDC)
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